Una de las más importantes costumbres españolas, es la siesta. Costumbre que se ha exportado convenientemente a la India. No es difícil encontrar situación como esta.
Un par de tubos de hormigón sirven para el propósito perfectamente. Nos quitamos la camiseta para no sudar y ponemos las zapatillas bien colocaditas para que no se pierdan. El árbol estratégicamente colocado genera la suficiente sombra para los cuarenta minutos que durará la siesta.
Para los más avispados, podréis observar que la zona alrededor de los tubos y la parte baja de los tubos están húmedas. Lo cierto es que este tío era un verdadero profesional. Había mojado los tubos un rato antes para que estuviera más fresquito alrededor.
Interesante! Si Señor! Buena terapia para la escoliósis. Lo del frescor para la zona lumbar...no se yo... Pero es un buen invento para las siestas solaneras, sobre todo si te metes dentro del tubo, previamente refrescado.
ResponderEliminarQué colocaditas las sandalias!
No las habrá puesto ahí por si echa a rodar? De frenete! Digo John!
Murdok
Gran uso de la siesta como puedes ver.
ResponderEliminar